MARCOS 12
“Entonces vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés nos escribió que si el hermano de alguno muriere y dejare esposa, pero no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano. Hubo siete hermanos; el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia. Y el segundo se casó con ella, y murió, y tampoco dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera. Y así los siete, y no dejaron descendencia; y después de todos murió también la mujer. En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios? Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos. Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.”
Marcos 12:18-27
El ministerio de Jesús, incomodaba a todos los que podrían pensar que tenían la razón en cuanto a la interpretación de las escrituras y consideraba que tenían o debían de tener el liderazgo del pueblo judío. Ahora tocaba a los saduceos confrontar a Jesús, los saduceos eran rivales de los fariseos, las escrituras que más atesoraban era el Torah, o el pentateuco, aunque no las conocían muy bien pues no creían en la resurrección, así que aprovechando una oportunidad le hacen a Jesús una pregunta acerca de la resurrección, querían dejar en ridículo a los fariseos y también a Jesús, lo que no se dieron cuenta que con su pregunta basada en el desconocimiento de las escrituras lo único que ocurría es que los que quedaron mal parados fueron ellos.
Cuando nos esforzamos por conocer las escrituras, cuando en nuestro caminar se encuentra la lectura de la biblia, nuestra relación con Dios se hace más estrecha, aprendemos a escuchar el latido del corazón de Dios y cuáles son sus deseos para con la creación y para con nosotros, la biblia es la mejor manera que nosotros los seguidores de Jesús aprendemos a escuchar la voz de Dios, y podemos distinguir cuál es su voluntad. Los saduceos no conocían las escrituras, su orgullo de pensar que tenían la razón les había quitado la oportunidad de conocer a Dios a través de las escrituras. En algunas ocasiones podemos tener duda de cuál es la voluntad de Dios, o cual camino seguir en nuestra vida, nuestro orgullo puede desviarnos de saber que tenemos que hacer, pero es a través del estudio de la palabra, que nos dará la paz que necesitamos para saber que vamos caminado conforme el latido del corazón de Dios. Oremos porque se nos conceda ver con claridad las escrituras, y así poder conocer de manera personal y estrecha a Aquel que resucitó de entre los muertos, y nos concede vida eterna. JESÚS ES SEÑOR
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