top of page
Post: Blog2_Post
Buscar
  • Foto del escritorPara alabanza deSu gloria

PERDÓN

MARCOS 2


“Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla este así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.”

Marcos 2:1-12

 

Jesús predicaba el mensaje de salvación, lo hacía con palabras claras y simples llenas de gracia y compasión, su presencia atraía a muchos oyentes, muchos de ellos deseaban que su necesidad de sanidad fuera resuelta o que algún milagro resolviera sus problemas, otros estaban deseosos de escuchar la buenas nuevas de salvación, algunos solo por curiosidad de ver lo que pudiera ocurrir, algunos otros con la idea de levantar algún juicio. Y en este escenario, ocurrió un acto de misericordia y amor de unos amigos hacia su colega, que estaba incapacitado de poder acercarse a escuchar por sí solo, se tomaron la molestia de abrir camino hacia Jesús para que pudiera estar en primera fila, y así su amigo poder escuchar y ver lo que estaba ocurriendo de primera mano. El paralítico no pidió nada, no era necesario hacerlo, Jesús conocía su corazón y sus pensamientos, y lo otorga el mejor regalo que le pudiera dar, el perdón, una vida sin culpa es una vida en libertad, la sanidad espiritual es mucho más importante que nuestra sanidad física, y eso Jesús lo sabe muy bien, la libertad espiritual que nos es otorgada con el perdón que recibimos a través de Jesucristo, nos da la oportunidad de vivir una eternidad sometidos a Aquel que nos trata con amor y misericordia y es digno de recibir toda la gloria y el honor. Al paralítico también le otorga sanidad física, Jesús siempre hace la obra completa.


El paralítico no hubiera podido llegar hasta donde estaba Jesús y recibir sanidad si sus amigos no hubieran hecho un esfuerzo extra para llevarlo hasta al frente cerca del Señor. Muchas personas tal vez, no llegarán a estar cerca del Señor si nosotros no hacemos un esfuerzo por ser testimonio de Jesucristo y de llevar las buenas nuevas a nuestros amigos, familia y personas que se cruzan en nuestras vidas.


Nuestra vida y nuestro hogar, debe ser un reflejo de Cristo en nuestras vidas, tratando con misericordia a los que nos rodean, y compartiendo el mensaje del evangelio con los mas necesitados.



6 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page