“Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Como está escrito en Isaías el profeta:
He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas.”
Marcos 1:1-3
Los evangelios son, un mensaje acerca de la persona y obra del Señor Jesucristo. En un principio este mensaje fue proclamado verbalmente y recibido en fe y obediencia.
Los primeros cristianos, habían visto y vivido de primera mano la vida y obra de redención de nuestro Señor Jesucristo, habían recibido de viva voz el mandato de llevar este mensaje de redención más allá de sus fronteras. El deseo de su corazón de ser obedientes los llevó a escribir su evangelio, sus testimonios fueron escritos en forma de narración, esta narración no es un relato completo o continuo de la vida de Jesús; es más que recuento de eventos; dentro de cada evangelio podemos encontrar el significado e importancia de los eventos narrados. Así que los evangelios son, un tipo de literatura la cual se centra en la persona y obra de Jesús y llama las personas a convertirse en uno de sus discípulos.
Marcos comienza su evangelio con la palabra “Principio del evangelio de Jesucristo…”,
El evangelio es el mensaje de salvación que se dirige a un mundo perdido en el pecado. Lo más importante es que las buenas nuevas no se tratan de lo que nosotros los pecadores tenemos que hacer para alcanzar misericordia, sino lo que Dios ya ha hecho en Cristo.
En algún comentario leí, que el evangelio de Marcos comienza sin genealogía, ni introducción, porque iba dirigido a los gentiles, y ellos no estaban a la espera de un mesías, pero el que ellos no esperaran un redentor, ni sintieran la necesidad de ser salvados, no significaba que no era una necesidad en su vida, ellos como todos nosotros necesitamos de ser redimidos por Dios. Todos nosotros necesitamos escuchar el mensaje de salvación contenido en los evangelios.
Marcos continua su introducción al evangelio citando dos profecías del antiguo testamento, las dos hacen alusión a una voz que prepara un camino. De la misma forma que se preparan los caminos para la llegada de un rey, la redención requiere de una digna preparación. Nuestros corazones deben ser preparados para recibir las buenas nuevas de salvación que el mensaje de los evangelios traen a nuestra vida.
El que Marcos comience citando el Antiguo Testamento, nos da la confianza de saber que Dios es fiel a sí mismo, y que su palabra permanece para siempre, esta es nuestra esperanza, y cuando todo lo malo pase, cuando el supuesto poderío y gloria humana desaparezcan de la faz de la tierra, Dios permanecerá, Su palabra permanecerá para siempre. En ÉL podemos estar confiados.
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