MARCOS 6
“Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla. Y saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoció. Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.”
Marcos 6:53-56
¿Qué tan grande es nuestra fe, en el Señor Jesucristo? ¿Qué tanto creemos que Él es poderoso y nos puede ayudar? Al terminar su travesía por el mar de Galilea, llegan a Genesaret, este pueblo era famoso por ser una tierra fértil, donde todo lo que cultivaban crecía de manera especial; en este lugar prospero las personas reconocieron a Jesús y fueron a su encuentro, y corrían la voz de que Jesús estaba ahí, para que más y más personas pudieran ser bendecidas por nuestro Señor. Todos de una forma u otra tenemos necesidades, no importa dónde o como vivas, pero lo que sí importa es en quién tienes fe, la multitud en este caso no se equivocó pusieron su fe en la persona correcta, era tanta su fe, como la de la mujer con flujo de sangre, que decían: con tan solo tocar el borde de su manto era suficiente para recibir la sanidad. Jesús les permitía tocarle y al hacerlo sanaban.
Jesucristo, es Dios poderoso, pero también es lleno de misericordia para con aquellos que confiadamente, es decir con fe, se acercan a Él y le presentan sus necesidades. Jesús suple y bendice a cada uno de nosotros conforme Su voluntad; solo necesitamos creer, creer que en su infinita sabiduría Él nos bendice y nos cubre con su misericordia. Las personas en Genesaret creyeron y conforme al tamaño de su fe recibieron sanidad. ¿Qué tanto le hemos creído a Dios de que Él tiene el control de nuestras circunstancias y actúa a nuestro favor? JESUS ES SEÑOR
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