MARCOS 10
“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.”
Marcos 10:13-16
Muchas veces olvidamos lo importante que son los niños dentro de una sociedad, los valores y las enseñanzas que les demos durante su infancia serán la base fundamental del tipo de sociedad que tendremos en el futuro. Los discípulos cansados tal vez no estaban muy complacidos con los niños a su alrededor, pero Jesús obró a favor de los niños, no solo les dijo que no les impidieran interactuar con Él, sino que el reino de Dios les pertenecía. Al acercar a Jesús a los niños, no solo les estamos entregando desde pequeños la bendición de saberse hijos de Dios, sino la seguridad de que tienen un Padre eterno que los ama y ve por ellos, sin importar las circunstancia que les rodean, además de eso, es el mejor regalo que podemos hacer a la sociedad del mañana, ya que tendremos adultos sinceros, íntegros, con confianza en su Señor, sabiendo cuál es su propósito y su identidad clara como hijos de Dios.
Cuando Jesús menciona la frase “de cierto os digo” generalmente lo hace porque quiere hacer énfasis en algo que es realmente importante, en este caso nos dice que tenemos que recibir el reino de Dios como un niño para poder entrar en él, cuando un niño recibe algo de su padre, lo recibe con la confianza de que es algo bueno para él, lo recibe con gusto, sin titubeos; de esta forma como hijos confiados en su padre celestial, nosotros debemos de recibir el reino de Dios en nuestras vidas, con la confianza de que la voluntad Dios es buena para nosotros. JESÚS ES SEÑOR
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