MARCOS 9
“Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.”
Marcos 9:38-50
Después de que Jesús les enseña acerca del liderazgo en el reino de Dios, Juan su discípulo le menciona acerca de una persona que estaba actuando como discípulo, más no estaba entre ellos, le menciona que trataron de impedir que siguiera echando demonios en el nombre de Jesús, el Señor les explica que no tienen por qué impedir que personas ajenas a su círculo cercano hagan cosas en el nombre del Señor, porque no se puede actuar a favor del Espíritu Santo y al mismo tiempo estar en contra de él, y les exhorta a que en lugar de hacer que las personas se alejen de Él, trabajen por la unidad y el crecimiento de la iglesia. Les pide tener sal entre ellos y paz los unos con los otros.
Muchas veces nuestro celo por la cosas de Dios, y que se hagan correctamente nos impide ver la manera en que el Espíritu Santo actúa; aun con los más pequeños o los que podamos considerar no preparados para hacer algún trabajo en el reino de Dios, y nuestras acciones pueden hacer que los más pequeños o débiles en la fe se aparten, por tratar de hacer el bien, hacemos el mal; no con malas intenciones, pero sin recordar que es el Espíritu Santo el que capacita y pone en los corazones de los seguidores de Jesús el hacer, como el querer la buena voluntad de Dios. La sal en aquellos tiempos era algo que se utilizaba para preservar las cosas y a la vez resalta sabores, así que tener sal en nosotros es tener la capacidad de que el mensaje del evangelio sea enseñado de la manera más pura, para que sea el Espíritu Santo el que transforme corazones y la paz de Dios sea entre nosotros. JESUS ES SEÑOR
Comentarios