MARCOS 11
“Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.”
Marcos 11:20-26
La higuera se había secado, las palabras que Jesús pronuncio acerca de ella se habían cumplido, todas las cosas que Jesús decía acerca de sí mismo y todos los hechos que el proclamaba que ocurriesen pasaban, Jesús es la palabra de verdad y sus pensamientos son hechos. Sus discípulos estaban asombrados, quizá todavía no se acostumbraban a ver la gloria de Dios actuar a su alrededor tan cotidianamente, Jesús les pide que refuercen su fe, nada es imposible para aquellos que tienen fe en Dios, que creen verdaderamente en Jesucristo como Señor y que el anhelo de su corazón es hacer la voluntad del Padre.
Jesús nos dice que todo lo que pidamos orando se nos dará, orar es presentarse delante de Dios, creyendo que Él es Dios, creador del cielo y de la tierra, anhelando su presencia en nuestras vidas y así como nos lo enseño Jesús en el Padre nuestro, es desear que su nombre sea santificado, es decir, que Dios sea honrado y adorado en todos los rincones del mundo, si esa es nuestra condición al presentarnos delante del Padre, nuestras peticiones van a girar alrededor de hacer su voluntad y agradarle, por consiguiente todo lo que pidamos al Padre orando con fe, creyendo que se nos concederá, así será, Jesús lo dijo y su palabra es verdad.
Cuando buscamos en oración hacer Su voluntad esto implica también que deseamos hacer los que nos ha mandado y uno de los deseos de Dios es que amemos a nuestro prójimo, por lo tanto, el perdón hacia aquellos que nos han lastimado u ofendido es necesario, para poder amarlos conforme a la voluntad de Dios. Nosotros somos un reflejo de nuestro Señor, y es a través de nuestra vida, de nuestro perdón que las personas podrán ver reflejado el amor de Dios, para con sus vidas. Dios quiere que otorguemos un amor completo por aquellos que nos rodean, aun cuando ellos nos han lastimado, el mismo tipo de amor que Él nos ha entregado a través de la vida de su hijo Jesucristo, aunque no veamos nosotros el fruto de ese amor, el deseo de Dios es que proclamemos Su gloria. JESUS ES SEÑOR
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