top of page
Post: Blog2_Post
Buscar
  • Foto del escritorPara alabanza deSu gloria

El latido del corazón de Dios



“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”

Juan 3:17






Este versículo inspirado por Dios, lleva consigo el latir de su corazón, el profundo deseo de Dios de restaurar a este mundo caído por el pecado.


Pablo en su carta a los Efesios nos dice:


“Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. Efesios 1:4-7


Dios ha mandado a su Hijo amado para que podamos ser adoptados como hijos suyos, solo porque el así lo deseaba, nos ha concedido la gracia, sin merecerla, sin pedirla, y muchas veces sin buscarla, solo porque en un principio cuando fuimos creados él puso eternidad en nuestros corazones. Hemos sido creados a su imagen y semejanza, algo de nosotros, refleja a Dios, y en lo profundo de nuestros corazones, se alberga el deseo de trascender. Dios en su infinita misericordia, nos concede la oportunidad, de vivir bajo el propósito para el cual fuimos pensados desde antes de la fundación del mundo. “…para alabanza de su gloriosa gracia…” que nos la ha concedido en su amado Hijo. Jesús no vino cumpliendo las expectativas del mundo, para condenar y destruir, el vino para otorgarnos un tiempo de misericordia, nos abre una ventana, para que este mundo caído, tenga la oportunidad de la restauración, nos otorga la gracia, y nos concede vivir una eternidad, tomados de su mano.


“Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.”

1ªJuan 4: 9-10


Dios nos amó primero, el latido de su corazón por nosotros fue primero, nosotros no lo merecíamos, ni siquiera lo buscábamos, Él nos amó y porque nos ama, nos ha concedido redención, cuando Su corazón se sincroniza con el nuestro es cuando, comenzamos a vivir la plenitud de Cristo, conocemos el verdadero amor, que nos hace aceptos, para poder presentarnos delante de Dios y no morir; sino fundirnos en un abrazo eterno donde nuestros latidos sonaran al ritmo del latido del corazón de Dios.




22 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Kommentarer


bottom of page