top of page
Post: Blog2_Post
Buscar
  • Foto del escritorPara alabanza deSu gloria

EL JOVEN RICO

MARCOS 10



“Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.”

Marcos 10:17-31

 

Nadie por sus propias fuerzas o méritos puede encontrar la salvación, aunque esos méritos a simple vista sean los adecuados si nuestra vida no está cimentada en hacer la voluntad de Dios, cualquier cosa que hagamos o tengamos será en vano. En este pasaje, sale al encuentro de Jesús una persona, que probablemente ya había escuchado de las enseñanzas de Jesús y los grandes milagros que hace, y por orgullo o para que todo el mundo supiera que él ya había hecho suficiente, se le acerca a Jesús llamándole “Maestro Bueno”, ¡claro! Que nuestro Señor es maestro bueno, porque solo Dios es bueno, pero este joven lo había dicho solo porque para él era lo socialmente correcto, no porque realmente lo creyera. Jesús conoce los corazones y le corrige, el joven le hace una pregunta, ¿Cómo heredar la vida eterna? Jesús le dice que guarde los mandamientos, y el joven dice ya lo hago, lo he hecho siempre, me imagino que aquí esperaba la respuesta de Jesús de: “perfecto, eres perfecto, ya tienes la vida eterna”, pero no, su corazón no estaba donde correspondía, Jesús lo vio con misericordia y amor, como siempre lo hace, y le pide una prueba de fe, la más grande que pudiera pedir a alguien que tiene cimentada su vida en las riquezas y el qué dirán, pero el joven no pudo cumplir y se retiró, no obtuvo lo que quería.


Después de esto, Jesús aprovecha la oportunidad para enseñar a sus discípulos, acerca de las cosas materiales, en esa época se decía que si tenías problemas financieros era porque estabas en pecado, y que si había abundancia financiera en tu vida es porque estabas haciendo las cosas bien, pero no es así, no por ser pobre o rico eres más santo o pecador que otro, o tienes más el favor de Dios; a Dios le importa tu corazón y la disposición que tengas para hacer su voluntad. Si lo consideras tu TODO, que eres capaz de dejar todo atrás para seguirle, eso es lo importante, muchas veces nos centramos en nuestras cosas materiales o nuestra herencia espiritual, es decir el abolengo que tengo dentro de alguna institución religiosa, los títulos académicos, o las buenas obras que el mundo ve que hago, pero Dios no quiere nada de eso, Él te quiere a ti, quiere tus pensamientos, tu amor, y tu más profundo anhelo. Si le entregas todo a Él, Él te entregará bendiciones espirituales y materiales, más allá de lo que podemos imaginar o pedir, incluyendo claro está la petición de este joven “La vida eterna”. JESUS ES SEÑOR


9 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page